Lo que debemos saber…
La blefaritis es una inflamación del borde de los párpados. Afortunadamente no es nada serio, pero puede ser incómoda sobre todo si se utilizan lentes de contacto. Esta condición tiende a reaparecer después de haberla padecido la primera vez.
Es más común en mayores de 40, aunque puede desarrollarse a cualquier edad.
La persona que la padece puede sentir dolor y picazón en los párpados, y es posible que le amanezcan pegados al despertar en la mañana. Los ojos podrían lucir hinchados, con costra o grasa, y experimentar una sensación de arenilla y de ardor en ellos. Algunas personas con blefaritis también notan que sus ojos son más sensibles a la luz.
Existen 2 tipos principales de Blefaritis
- La blefaritis anterior: puede ser causada por una infección bacteriana o por una condición de la piel llamada dermatitis seborreica. Entonces se ve afectado el borde anterior de los párpados, en la base de las pestañas. Con frecuencia la blefaritis y la conjuntivitis aparecen al mismo tiempo.
- La blefaritis posterior: ocurre cuando las glándulas localizadas en el borde interior de los párpados, llamadas glándulas de Meibomio se ven afectadas. Estas glándulas producen una sustancia aceitosa que ayudan a lubricar el ojo. Sin embargo cuando producen demasiada sustancia, ésta se queda estancada bloqueando las glándulas.
Algunas personas se ven afectadas por los dos tipos de blefaritis, entonces es denominada por los profesionales como blefaritis mixta o combinada.
En la mayoría de los casos la causa de la blefaritis no siempre se sabe. Sin embargo puede estar relacionada con condiciones de la piel como dermatitis seborreica, rosácea o acné. El síndrome de ojo seco es otra condición que suele estar asociada con la blefaritis, y si concurren ambas condiciones puede sentir sequedad, arenilla y dolor. La blefaritis tiene un aspecto desagradable, pero no es contagiosa, pero si sus síntomas son graves es posible que el profesional de la salud le refiera a un oftalmólogo.
Cómo limpiar los párpados
Si usted tiene o ha tenido blefaritis, es importante acudir de manera regular al especialista para así evitar que la condición avance, siguiendo las pautas que le indicará. Otras cosas que podría hacer es asegurarse de que sus párpados estén limpios incluso cuando no advierta ningún síntoma. Manteniendo los párpados limpios todos los días puede ayudar a desbloquear las glándulas de Meibomio que se hayan atascado, así como eliminar los residuos en general. Si usa lentes de contacto, cerciórese de quitárselos antes de empezar el siguiente proceso que se recomienda para limpiar los párpados.
1- Aplicar calor a sus párpados para ayudar a suavizar los depósitos de costras y poder quitar más fácilmente cualquier exceso del aceite producido por las glándulas meibomio. Hay dos maneras de hacer esto: o bien usar una compresa tibia o un paño o franela que se haya empapado en agua no caliente y escurrirla, o utilizar una bolsa de calor reutilizable (diseñada para uso en los ojos y disponible en muchas ópticas), que se caliente en el microondas. Coloque la compresa o bolsa de calor sobre los ojos y relájese durante un máximo de 10 minutos.
2- Después de haber aplicado el calor, con los ojos cerrados masajear suavemente los párpados con una gasa o un bastoncillo de algodón (utilice gasa o bastoncillo diferente para cada ojo). Esto ayuda a aflojar los depósitos de costras y pillar cualquier secreción grasa que pueda estar empezando a bloquear las glándulas. Masajear desde el borde de la parte superior hasta el borde de la parte inferior. No aplique demasiada presión, debe sentirse cómodo.
3- Luego limpie el borde de los párpados para eliminar los depósitos crujientes y el exceso de aceite. Hervir un poco de agua y dejar enfriar hasta que esté tibia, y a continuación añada una o dos gotas de champú para bebés. Luego sumerja un paño o algodón en el agua, exprima el exceso de líquido y limpie con cuidado a lo largo de sus párpados, prestando atención a los bordes.
Alternativamente, se puede utilizar agua hervida enfriada por sí sola sin ningún jabón, o pedir a su oftalmólogo los productos, espumas o líquidos que se aplican a una gasa estéril y que están especialmente formulados para manejar las condiciones oculares como blefaritis y el síndrome del ojo seco.
Recuerde: Si tiene blefaritis evite el uso de maquillaje de ojos para así evitar frotarse los párpados y no agravar la condición. Evada ambientes con humo que también podrían empeorar los síntomas.
Los tratamientos para la blefaritis
Si los síntomas no mejoran con la práctica de la higiene diaria del ojo, o si tiene una infección en uno o ambos párpados necesitará medicamentos que su médico recetará. El tratamiento principal viene en forma de antibióticos, ya sea en crema, ungüento, gota, comprimido, lubricantes y champús anti caspa en el caso que lo necesite (evite que el champú anti caspa penetre en los ojos (ii)).
Posibles complicaciones
Las principales complicaciones podrían ser: síndrome de ojo seco, orzuelo, conjuntivitis, conjuntivitis flictelunar, quistes de Meibomio, queratitis o daño es las pestañas del párpado.
¿La nutrición puede ayudar a blefaritis?
Una dieta saludable, que además evite alimentos procesados y de conveniencia, puede ayudar a prevenir o reducir los brotes de blefaritis, contribuyendo no sólo a la salud de sus ojos sino también a la general. Ciertos nutrientes que también están disponibles como suplementos pueden ser de particular beneficio para aquellos que tienen blefaritis.
Ácidos grasos omega-3: Está ampliamente aceptado que éstos ácidos grasos tienen una acción anti-inflamatoria, y un ensayo clínico sugirió que los complementos alimenticios de omega-3 suplementos pueden ser de gran ayuda tanto para la blefaritis como para la disfunción de las glándulas de Meibomio (MGD) (i). Uno de los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el aceite de pescado ácido a saber docosahexaenoico (DHA) ha sido aprobado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) como contribuidor al mantenimiento de la visión normal.
Ácido alfa lipóico: Los expertos creen que los antioxidantes son nutrientes importantes para la salud de los ojos debido a la forma en que pueden ayudar a prevenir el daño causado por los radicales libres. El ácido alfa lipóico es un potente antioxidante que pertenece al mismo grupo de nutrientes que la vitamina A, (la cual ayuda a proteger la córnea). Las porciones de alimentos contienen bajas cantidades de ácido alfa lipóico, incluyendo brócoli, coles de bruselas, zanahoria, remolacha, espinaca, tomates y la carne roja.
Antocianidinas: Las antocianidinas (otra sustancia antioxidante), son los flavonoides conocidos por apoyar la salud de los capilares, incluyendo los de los ojos. Estos flavonoides se encuentran de forma natural en los pigmentos de las plantas de color rojo y azul oscuro, como las moras, grosellas negras, arándanos, uvas negras y rojas, frambuesas y berenjenas.
La vitamina B2 (riboflavina): La vitamina B2 también desempeña un papel en la producción de antioxidantes, ayudando con la conversión de un antioxidante llamado glutatión. Los niveles de otras enzimas antioxidantes también son afectados por la vitamina B2, incluyendo la superóxido dismutasa, catalasa y glutatión peroxidasa. Mientras tanto, la AESA ha aceptado las alegaciones de que la vitamina B2 contribuye al mantenimiento de la visión normal. Puede encontrar la vitamina B2 en una amplia gama de alimentos como el queso de cabra, almendras, carne roja, pescado azul, huevos, champiñones, espinaca, semillas de sésamo y mariscos.
Referencias Bibliográficas
(i) Macsai. MS. The Role of Omega-3 Dietary Supplementation in Blepharitis and Meibomian Gland Dysfunction.Trans Am Ophthalmol Soc. 2008;106:336-356.
(ii) https://www.allaboutvision.com