Me pongo en contacto con vosotros porque mi médico me recetó vuestro suplemento de betaína con la posología de empezar con media pastilla al día, para asegurarnos de que me sentara bien antes de tomar una pastilla completa. Sin embargo, me llama la atención de que en el suplemento hayáis puesto la instrucción de “tragar la tableta entera”. ¿A qué se deben estas indicaciones? ¿Estaría entonces fuera de cuestión tomar media pastilla tal y como recetado?
R/ Informamos esto en la etiqueta porque muchas personas al tragar el comprimido machacado o partido, el cual está preparado para abrirse en el estómago, notan el sabor de los ingredientes, que no siempre es agradable, y esto puede percibirse como irritación, (no necesariamente como ardor), pero la Betaína justamente es un producto que NO recomendamos triturar la tableta, ya que es muy ácida.
Sin embargo, sería mejor tragarla entera o trocear en dos y tragar, el único inconveniente es que puede notar un fuerte sabor en el momento de ponerla en la boca y no podemos garantizar que justamente la mitad de la tableta contenga la mitad de la dosis, ya que no está marcada para ese uso.
Los comprimidos de este suplemento están diseñados para disolverse en el estómago, que es donde se requiere la acidificación, ya que libera ácido clorhídrico, el mismo ácido que se produce naturalmente en el estómago (pero no altera la acidez gástrica). De esta manera ayuda a reemplazar parte de la acidez pérdida en el estómago, cooperando así en la digestión de los alimentos.
Por tanto, las tabletas están elaboradas para cumplir un propósito durante su tiempo de desintegración. Para conseguir ese objetivo se utilizan excipientes (también llamados ingredientes inactivos, ya que no tienen aporte nutricional alguno). Si la tableta se parte puede que en algunas personas sensibles de estómago ocasione molestias, ya que el objetivo de desintegración no se cumpliría de la manera que se estableció en la fabricación del comprimido.
Es importante estar seguro de que el problema es hipo o aclorhidria. De no ser así podría tener problemas por un uso inadecuado.
Los complementos alimenticios no son medicamentos, a pesar de que los encontremos en formas de tabletas o cápsulas, sino nutrientes necesarios, que en muchas ocasiones no podemos adquirir adecuadamente a partir de la alimentación regular, pero que, al tratarse de sustancias saludables concentradas, colaboran en completar de forma óptima nuestros requerimientos nutritivos individuales.