Los problemas digestivos crónicos son frecuentemente un signo del síndrome del colon irritable (SCI). Investigaciones recientes sugieren que las personas con un diagnóstico preciso de SCI podrían beneficiarse del consumo del aceite de menta.
Debido a que los síntomas de otros problemas digestivos son muy similares, el diagnóstico de SCI se sobreutiliza. A una persona con problemas digestivos prolongados es muy probable que se le diagnostique SCI, aunque los estudios han demostrado que del 5 al 50% de los diagnosticados de SCI tienen otra patología que podría ser la responsable de los síntomas. Los aceites volátiles que proporcionan a la menta su aroma distintivo tienen propiedades antibacterianas y antiespasmódicas que pueden explicar algunos de sus beneficios en casos de SCI. Además se ha utilizado históricamente para tratar cólicos, indigestiones y gases.
Hay que tener en cuenta que la menta puede agravar los ardores estomacales, pero con el recubrimiento entérico, la mayoría de personas soluciona este problema. Un estudio, publicado en Digestive and Liver Disease, incluyó 50 personas con IBS en las que se había descartado claramente intolerancia a lactosa, proliferación excesiva bacteriana en el intestino delgado y enfermedad celíaca.
Los participantes tomaron o 450mg de aceite de menta en cápsulas de envoltura entérica (diseñadas para disolverse en el intestino y no en el estómago), o placebo 2 veces al día durante 4 semanas. El 75% de los participantes del grupo que tomaba menta presentó una reducción del 50% o mayor en los síntomas del SCI al final del estudio y, cuatro semanas después de finalizar el tratamiento casi la mitad de ellos aún seguían sintiéndose mejor. En contraste, solo el 38% de las personas del grupo placebo experimentó una reducción de un 50% en los síntomas al final del estudio.
Referencia: Digestive and Liver Disease 2007; online publication L